Thursday, March 14, 2013

TE HE OLVIDADO



En los últimos años me pasa siempre lo mismo al llegar esta fecha, resulta que  pienso en escribir algo  para conmemorar tu muerte, llega el día y nada, que no he escrito nada, que  el trabajo  (ese mediocre ,odiado, nefasto y  desesperanzador empleo que tengo) , las ocupaciones , las responsabilidades  que últimamente han sido prioritarias y te dejo un año más en el olvido, sí  en el olvido ése que de repente se despierta  de su letargo cuando algo o alguien me recuerda que exististe.
Te mueres más cada vez que te olvido, he de reconocerlo, pero a treinta y seis  años  de tu muerte los recuerdos sólo vienen de vez en cuando.  Y cuando vienen uno dice qué bueno que te fuiste entonces y qué bueno que no ves este mundo de hoy el cual ya no entenderías para nada, no entenderías tanta violencia y horror  como yo sigo sin entenderlos, no entenderías las ideas de “competitividad”  que  enmascaran el pisar al otro, no entenderías ya tanta tecnología que ha desplazado al conocimiento, no entenderías por qué ahora la gente en este país no tiene por nombre Juan, Pedro o Francisco  sino Jonathan, Brian, Christian o Edwin,  no entenderías que ahora para hablar unos con otros  se hace a través de aplicaciones y no con la boca. No entenderías que hoy todo es desechable, hasta los afectos. No entenderías que el dinero, sin importar su procedencia, hace la clase, no entenderías que las relaciones humanas se basan mucho en conveniencia y no en afinidad, no entenderías que el mundo y tus hijos hemos cambiado tanto que difícilmente nos reconocerías.
Te he olvidado en esas veinticuatro horas del día que apenas y me rinden para responder en el trabajo y un poco atenderme a mi y mi única compañía, mis perros. Te he olvidado cuando llego cansado y me duermo. Te he olvidado cuando sé que uno tiene que salir adelante por uno mismo y luchar contra todas las adversidades físicas, psicológicas, emocionales, sociales, económicas y circunstanciales, porque uno es responsable su propia historia.
Te he olvidado al tomar mis decisiones ya que no dependo más de que tú las tomes por mí.
Te he olvidado cuando leo un libro que me encanta y sus personajes me llevan a través de sus mundos y  sus vidas.
Te he olvidado tantas veces y eso me dice que he vivido, quizá de una forma muy particular, pero no he encontrado otra manera para hacerlo.
Hoy me detengo un minuto, el trabajo apremia... y te recuerdo.
Eduardo Sastrías
14/03/2013

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