CONVENIENCIA O CONVICCIÓN
A ver a ver, quiero
aclarar algo que me está haciendo algo de ruido, desde hace unos días; si no te
da tanta hueva este asunto de la lectura entonces te comparto mi sentir.
Al parecer todo mundo
anda en la parafernalia de que subieron el precio del metro (cosa que llevan
más de 10 años diciendo que lo iban a
hacer y por una razón estratégica lo han hecho esta semana) o en las compras navideñas, la virgen de
Guadalupe, las vacaciones que se avecinan y ah qué problema esto de que haya
marchas, mítines y demás protestas dignas de gentuza, prole, gente huevona y
grillera.
El Petróleo ahora menos que nunca es nuestro, si antes era
la caja chica del gobierno y de los marranos líderes sindicales que sólo a sus
huestes les hacían el favor de dar una
tajada ahora pues sólo será de otro tipo de marranos unos que se llaman Exxon, Texaco, Shell , etc
. De esos nombre extranjerizantes que tanto le gustan al Mexicano como
Brian ; Jonathan , Jeannette. Las
gasolineras recibirán con los bolsos abiertos
al igual que los viles rateros a los flamantes automovilistas quienes creerán que México es
ya suelo y sueño gringo, como aquel día
en que se abrió el primer Mc Donald’s en
la Cd. De México, allá por la calle de
Picacho en el Pedregal de San Ángel, que vio las enormes colas para comprar una
mierdera hamburguesa que tenía la “magia” de hacer creer al iluso mejicanito
que comería algo así como para los
católicos el cuerpo de cristo, el cuerpo de los gringos y se transmutaría en
uno de ellos.
Esa es la fantasía de tantos y tantos mexicanos con la que sueñan,
un día ser un gringo más, y si no es
posible pagar al coyote que los pase al otro lado para que vean su triste
realidad como ciudadanos de segunda, sean considerados y tratados como animales
y aspirando a ser en la mayoría de los casos
chachas o jardineros, (léase la frontera de Cristal de Carlos Fuentes) , entonces qué mejor que los
gringos, los ingleses, los alemanes y todo el que se quiera comer a México a
bocados venga y nos escupa a nosotros como los huesitos de la fruta , esos tan
latosos y que no tienen ningún sabor, pero de forma sumisa gritar “hazme tuyo”,
hazme tuyo” .
Bueno fuera
que siquiera nos dieran a cambio espejitos
como otrora en la conquista, para vernos reflejados y esa vergüenza encienda nuestros “valor patrio”.
Llegarán las
voces que cambiarán el significado de las palabras, y entonces la convicción se
interpretará por conveniencia, ¿verdad Mexicana de Aviación? Se cambiarán los años de trabajo, la
incertidumbre y la dignidad perdida por la “promesa” de una raquítica pensión,
esa que ya muchos mexicanos no verán más gracias a la otra reforma, la laboral.
Entonces no será el Quinto Sol del
Calendario Azteca quien anuncie del declive sino los calendarios que mes a mes
venden algo más que café, coca o yo.
El SME que
por su característica de víctima se quedó en no es quien me la hizo sino quien
me la paga , seguro negociará en lo oscurito, ahí donde viven las ratas el no
hacer olas para tal ignominia contra el Estado Mexicano, su constitución y su
agachado pueblo.
El mexicano malinchista recalcitrante no puede ni podrá
defender ni el petróleo, ni el agua y menos sus
litorales, para eso mejor “mover la pancita” y “echarse un clavado en la
quebrada”, “dar lástima y algo más”.
Los ilusos insurgentes, reaccionarios, manifestantes,
forjadores de la patria, guerrilleros, independentistas, esos mejor los dejamos
maquilladitos en los libros de historia como
“algo” que resulta un tanto incómodo pero que se ha de contar como
historia, y como todo pasado es mejor muerto e inexistente , para qué
recordarlo , hay que ver hacia adelante, hacia la modernidad. Cualquier tipejo
que ose ir en contra de que se nos quite lo morenito, que nos digan Juan, Pedro
o Bonifacio, cualquier tipejo que mueva masas y nos diga que México y el subsuelo de México es de los mexicanos , no
de los lídercillos sindicales, ni de las empresas que hacen comparsa a ellos y
a las ratas que nos gobiernan , es
entonces un peligro, es el aguafiestas
de esta fantasía de ser “diferente” por fin , de no ser …mexicano.
De qué viven estos lidercillos que levantan tanta gente, no lo sé , no puedo
decirlo, habrá que preguntarle a Gandhi,
a Mandela antes y después de que lo metieran al bote por revoltoso, al mismo
Juárez cuando tuvo que huir de la nación para establecer su plan de ataque
contra Maximiliano. Seguro que han de vivir de algo, pero no de vender a su
país, eso sí me queda claro.
Lo que escribo en MI
MURO es mío, sólo mío, y merece respeto, no me meto al muro de nadie a echar
“mis ideas” , no cuestiono de qué viven quienes me honran con su amistad, no
cuestiono de dónde viene el dinero de los magníficos viajes que comparten con
sus fotografías, al contrario me siento halagado y les mando mis bendiciones
para que tengan más, al igual que se las mando a aquellos “ mesiánicos” cuando por andar quizá de huevones, les da un
infarto y han de recurrir a un lujoso
hospital , tampoco les pregunto por qué
aquel hospital , quizá tienen un seguro de gastos médicos, quizá no, no
lo sé pero si ahí tienen la mejor atención y se les salva la vida (porque el gobierno actual y los anteriores
no han podido hacer nada con el sector salud) entonces qué bueno, y ojalá fuera
así para cada uno de los ciudadanos que habitan este país, sólo que muerto el
líder dudo que se logre algo, como creo que el dinero que antes entraba por el
petróleo para salud ahora sea sustituido
con curitas o en el mejor de los casos con “limpias” afuera de las clínicas del
sector salud.
Mis
ideas políticas son tan respetables como las tuyas, es el momento en que la ambigüedad ya no cabe
en este país mas no confundirla con la diversidad que es lo que supuestamente hace la democracia en
un país que se precia de serlo, pero la
falta de respeto la considero como un miedo que desemboca en violencia, ambas
cosas no van conmigo ni lo quiero en mi vida, yo sólo lucho por el mismo país
en el que tú vives, y hago algo por él desde mi trinchera. Veme bien, no soy
moreno, no tengo ni física ni
genéticamente el código mexicano, no
tengo apellidos mexicanos, no tengo una gota de sangre mexicana en mis ancestros, pero me parto la madre por
este país donde vine a nacer, no me gusta el juego de ser extranjero en mi
propio país, estoy muy integrado a él y no entiendo por qué quienes llevan
sangre mexicana se avergüenzan de ello.
El precio por ello es que al igual que los que alguna vez
creyeron y lucharon por algo, solos quedaron. Solo y mis ideales, solo paradójicamente
sin hijos ni nietos por quien luchar, solo y en un país que ya no es mío (¿o
acaso alguna vez lo fue?) solo con mi autenticidad, solo y fluyendo con el aire
pero no como veleta, solo… y también ya me estoy acostumbrando.
Eduardo Sastrías
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