LOS MANDAMIENTOS MEXICANOS

Mientras Moi el Poblano bajaba hacia el boulevard iba leyendo lo que decían aquellas tablas de cantera y decidió ir con un compadre para que les hiciera unos pequeños cambios.

Y fue así que las cosas en este país han ido para peor, en nombre de Dios.

Un buen día “Moi el Poblano” iba caminando por el boulevard 5 de Mayo y en eso escuchó una voz que le hablaba. “ Moi hijo de Brian y Lissette Cruz del Valle ” . – Achis achis quién me llama volteo a ver su “Smartphone” que había comprado robado, “Soy yo tu Dios” volvió a escuchar.

No manches no vuelvo a echarme otro chemo de esos se dijo a sí mismo. “Moi, carajo que te estoy llamando y no tengo toda la eternidad para ti” . Finalmente Moi se arrodilló porque vio una tachita tirada y a la vez que dijo – pérame que mira lo que me he encontrado. “Bueno apúrate , te espero aquí en Los Fuertes” .

Cuando se le dio su regalada gana “Moi el Poblano” por fin tuvo a bien subir hasta los Fuertes y se dio cuenta de todo el desmadrito que había inventado el gober con sus obras.

Aquí me tienes le dijo a la voz . “ Moi soy tu Dios” , sí sí, ya te oí, tu voz se escucha hasta Amozoc,

“ Te he mandado llamar para entregarte mis mandamientos” , - y yo qué tengo que hacer con eso.

Bajarás y se los comunicarás a tu pueblo mejicano porque andan muy descarriados. – No maaa , apoco, si los que joden son los de arriba, chíngate a esos. “Bueno , ya me estás desesperando,¿ lo vas a hacer o no?” , órale me echo la chamba pero cuánto me vas a dar. “ Soy tu Dios te dí la vida, el mundo y tu cuerpo, qué más quieres” . Ok no te me sulfures, a ver dame eso que dices que se llama … “¡¡ MANDAMIENTOS!!!” dijo Dios ya encolerizado . y en eso junto a Moi el Poblano aparecieron dos tablas de piedra con los mandamientos escritos. “ Te lo encargo mucho Moi hijo de Brian y Lissette Cruz del Valle”.

Mientras Moi el Poblano bajaba hacia el boulevard iba leyendo lo que decían aquellas tablas de cantera y decidió ir con un compadre para que les hiciera unos pequeños cambios.

Y fue así que las cosas en este país han ido para peor, en nombre de Dios.

                                                    Eduardo Sastrías