SYNECDOCHE, NEW YORK ( NUEVA YORK EN ESCENA)

Synecdoche, New York

Nueva York en Escena

Drama/comedia/Cine independiente

Película escrita y dirigida por Charlie Kaufman, EUA, 2008

Reparto

Philip Seymour Hoffman como Caden Cotard

Catherine Keener como Adele Lack

Samantha Morton como Hazel

Hope Davis como Madeleine Gravis

Tom Noonan como Sammy Barnathan

Emily Watson como Tammy

Jennifer Jason Leigh como Maria

Dianne Wiest como Millicent Weems

Michelle Williams como Claire Keen

Paul Sparks como Derek

Deirdre O'Connell como Mrs. Bascomb

Robin Weigert como Olive Cotard

Sadie Goldstein como Olive a los cuatro años

       "Voy a estar muriendo, y tú también, y todos los que estamos aquí" Caden Cotard

Nueva York en Escena  (Synecdoche, New York)  es la opera prima de Charlie Kauffman que cuenta toda la vida de Caden en partes. Un director de teatro quien gana una beca (Mac Arthur) la cual le vale el poder financiar lo que el pretende sea una gran obra de teatro realista encerrada en un gran almacén (The Warehouse )  que servirá para montar el escenario de su puesta en escena cuya escenografía recoge partes de un todo de la ciudad de Nueva York (casas, avenidas, departamentos, etc.), esas partes del todo están ahí y crecerán sin parar y de forma cíclica.

Describir Synecdoche, New York resulta difícil pues es una obra que puede interpretarse de manera  tan subjetiva como el espectador se lo permita, sin embargo hay una línea argumental que versa sobre la vida misma y la manera en la que cada quien la vive. Caden vivirá siempre atado a enfermedades, recuerdos, añoranzas, delirios, miedos y sus propios deseos de comprenderse y de controlar su existencia, de la hipocondría a la esquizofrenia, pasando por momentos obsesivo compulsivos en donde la única cosa segura es la apremiante muerte que raya en la farsa surrealista, somatiza todo lo que piensa y siente con el afán de morir antes de tiempo, pero sus días están determinados por el texto que él mismo escribe.

Para Caden la obra se trata del amor, el nacimiento,  la vida y la muerte, la familia una especie de Samsara oriental,  donde los extras son los protagonistas de su propia historia de vida y muerte la  cual merece respeto.

Se me ocurren algunas frases que sirven de tropo para explicar la película, podrían ser muchas, sin embargo he recogido sólo las siguientes que he podido asimilar  y pescar en este fluir de tantas .

 “El fin está cimentado en el principio”  Hazel , me remite al marco de esta película en cuanto a que el tiempo y el espacio son dos variables que no cambian la esencia.

“Todos desilusionan cuando llegas a conocerlos, todos”  Adele Lack, como ese miedo, ese tic tac que todos llevamos en el inconsciente cuando conocemos a alguien, cuando iniciamos una relación sentimental, laboral, social, política etc.,  esa sombra que nos dice que eventualmente nos desilusionaremos.

“Sentirse pleno”  Madelein  Gravis  Es acaso una idea, una sensación, un deber ser, un sueño quizá o un efímero diálogo interior.

“Caminar entre la fina línea del deseo  y el temor a arruinar todo”  Caden, ese constante miedo que nos boicotea.

Amor y desamor, el encuentro y el abandono, la soledad y la enfermedad, la luz y la sombra, el ying y el yang se pierden entre la realidad y su propio reflejo en la obra que se va escribiendo día a día será el paso del tiempo el que dará sentido a la forma en que cada uno de los personajes tendrá su lugar en este fino rompecabezas que se va construyendo por sí solo hacia afuera  y sin embargo hacia adentro nos hace ver que cada uno llevamos un apuntador que nos va dirigiendo nuestra existencia quizá como una analogía al inconsciente, esa que se construye por partes de un todo, que tiene tiempo de caducidad y que sólo él lo sabe  y que será cuándo el apuntador  diga “muerte”, siendo ésta la última versión de los ciclos fallidos de nuestra vida.

La obra nunca pudo tener nombre, al espectador le corresponde continuarla y ponerle el nombre.

Sin duda una película que requiere más de una lectura y que seguro el espectador encontrará más y diferentes aristas en esta ciudad de Nueva York que vive dentro de un almacén.

                                                                                                                                                Eduardo Sastrías