Tuesday, April 24, 2007



Hipócrita seducción de la fe.

En vísperas a la próxima V Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) el Papa Benedicto XVI como sumo representante de la iglesia católica ha pedido a sus prelados de Latinoamérica cerrar filas ante la desbandada de feligreses que hemos optado por abandonar la fe católica en respuesta a los tintes fundamentalistas y de intolerancia que paso a paso va tomando.
Tras esta Conferencia la tendencia es convertir a la religión católica en una religión de elite, sólo para unos “privilegiados”. La misma que una vez apoyó el movimiento del sindicato Solidaridad encabezado por Lech Walesa con el propósito de dejar “libre” a Polonia y entregarla a manos de la economía pro-yankee, ahora insiste en un rotundo “NO” a la Teología de la Liberación en Latinoamérica que pugna por una mayor justicia en favor de la gran cantidad de pobres de la región. Como siempre la iglesia detrás de los poderosos. Ahora bien los resultados de dicha conferencia tendrán su repercusión en toda la región, y en México, un país de por sí ya fragmentado y dividido en dos grandes bloques cada vez más irreconciliables después de la nefasta administración Foxista se avecinarán tiempos difíciles para la libertad de credo, la expresión, y asociación político- religiosa. El camino fundamentalista que ha tomado la iglesia católica nos remite a que se recrudezcan y polaricen esas diferencias y divisiones que han ahorcado a nuestro país poniendo en el tablero sólo a dos bandos, “los buenos” contra “los malos” en una nueva Cristiada.
Si bien el siglo XIX para el resto del mundo fue el siglo de la luz, para nuestro país no fue sino un retorno a una época tan oscura como una sotana de cura y aunque la constitución de 1857 pretendía inyectar nuevos aires de modernidad, fue lenta y penosamente abortada por el peso de la cruz, la culpa y el miedo relegándolo a la mutilación, el ostracismo y la ignorancia de muchos contra la opulencia, soberbia e hipocresía de unos cuantos.
Una vez más la sociedad pide cambios y nuevos vientos de modernidad tocan a la puerta de nuestro país, sin embargo al parecer el concepto de modernidad paradójicamente está tan fragmentado como el país mismo, en dos simples acepciones, al parecer para el PAN la modernidad se remite a comprar “cosas nuevas” mientras que para el PRD es incluir ideas nuevas, y en efecto la modernidad está en las ideas que se traducirán en acciones, no está en las “cosas” que per se son sólo eso. Ejemplos hay muchos en la fatídica administración Foxista, cabe mencionar sólo algunos ejemplos como los pizarrones electrónicos pero con maestros sin capacitación, mal pagados, y jamás actualizados, una mega biblioteca “José Vasconcelos” por cierto ahora con cuarteaduras en su estructura y cerrada, versus una poca si no es que nula inducción a la lectura.
Hoy la sociedad demanda libertad y seguridad, no represión, demanda justicia no impunidad, demanda nuevas formas de familia más allá de la tradicional familia nuclear que se ha convertido en zona de batallas campales. La sociedad demanda una vida y una muerte con DIGNIDAD.
Los prelados ensotanados desde sus púlpitos se esgrimen con medias verdades en contra de lo que ellos mañosamente llaman “Cultura de la muerte”, cuando realmente lo que han instituido en este país desde tiempos ancestrales es la “Cultura del miedo”.
Para ellos y sus secuaces tal pareciera que la mujer todavía es conceptualizada como un ente no pensante incapaz de tomar decisiones y cuyo único propósito en la vida es engendrar hijos.
Una ley que legisle el aborto no significa que éste sustituya a los métodos anticonceptivos (por cierto también satanizados por la misma iglesia) sino que la mujer esté apoyada INTEGRALMENTE en tan doloroso proceso y no lleve a cuestas culpas y delitos por haber tomado una decisión qué sólo le compete a ella, su cuerpo y su circunstancia; no le toca entonces al hombre decidir por ella, señor Serrano Limón, y menos cuando es él quien por lo general la abandona.
Son esos mismos ensotanados quienes tienen en su haber una larga historia de doble moral, conviviendo con sus “preferidas” a quienes en ocasiones si les falla el anticonceptivo son obligadas a abortar en condiciones insalubres y riesgosas, o bien llenos de soberbia tienden la mano y reciben narco-limosnas o protegen a sus colegas pederastas o se escudan tras los gobiernos espurios como ha sucedido a través de la historia , por nombrar sólo un ejemplo los once gobiernos de Santana, o bien aquellas monjas que tras ser violadas acaban emparedadas en los muros de un convento o cuyos fetos son enterrados en los jardines donde la oración debería ser el abono. Y son entonces ellos los que se atreven a levantar la voz y denunciar la supuesta “Cultura de la Muerte” y más aún cuando es la misma iglesia que invierte los dineros de los diezmos en fábricas de preservativos, o en “dádivas” para comprar favores, y por el otro lado rechaza cualquier método anticonceptivo y proclama que ames a tu próximo como a ti mismo, cuando a través de la historia han pagado y formado ejércitos cuyo propósito es torturar y aniquilar a todo aquél o aquella que es o piensa “diferente”. Para muchos la historia ha sido olvidada debido que el poderoso ha infectado al pueblo con anestesia social del pan y circo mediático, y es por ello que irremediablemente tenderá a repetirse.
Al rebaño del Señor hay entonces que idiotizarlo y llevarlo cual vil manada a que haga con la verdad a medias o la mentira insidiosa de sus prelados, lo que sabe hacer los domingos con la ostia…cerrar los ojos y tragársela.
Ahora al igual que antes no sólo con la siempre latente amenaza de la excomunión y el fuego eterno, sino que estos sepulcros blanqueados llamados curas vuelven a tirar la piedra y esconder la mano con amenazas veladas a los diputados que están a favor de que se legisle el aborto.
En la mesa está la discusión sobre tal legislación y mientras las diputadas del blanquiazul la condenan con argumentos tan poco sólidos como que si se aprueba dicha legislación pulularán las clínicas que harán una minita de oro con el aborto, absteniéndose mañosamente de proponer una atención integral (legal, psicológica y médica) por parte del Estado y las Instituciones Públicas, sin embargo, por otro lado los senadores de su mismo partido aprobaron de ipso facto la “ley Televisa” esa que sí hará no una mina de oro sino creará a un Rey Midas en tierra de pobres sin ninguna sombra que lo moleste ni le de competencia.
Pero mientras, ¡Qué viva el Taco! Y organicémosle su día, y que se produzcan “Santitos Express” aun cuando su actuación en relación a la historia de este país sea de dudosa ética. La ignorancia da para eso y más en esta tierra donde la espada, aquella del conquistador o la del Caballero de Colón y la religión siempre han ido de la misma mano.
Eduardo Sastrías

Thursday, April 05, 2007

Taco y Circo al Pueblo

Si bien antes rezaba la frase “Pan y Circo”, que significaba el adormecimiento de las masas romanas, ahora en pleno siglo XXI en este país de “Un día Jamás” se ha instituido el día del Taco, para celebrar el alimento mundialmente conocido como el “fast food “ mexicano.
No señores, fue imposible celebrar la alta cocina mexicana, porque los chiles en nogada, o la crema de Huitlacoche, o la de Flor de Calabaza no alcanzaría para todo el pueblo enardecido y de mente adormilada en el circo Azteca, en fin, el presupuesto de los suculentos platillos mexicanos no cabría tampoco en la cartera de los promotores de la anestesia social.
En esta carestía de todo, incluso de verdaderos héroes modernos, ídolos y líderes inspiradores, se ha optado por hacer del Taco el héroe por un día.
Se han olvidado los verdaderos héroes que ayudan a forjar y sostener a esta nación cuarteada y dividida. Esos héroes silenciosos que se levantan antes de las cinco de la mañana y silenciosamente toman dos o más autobuses para llegar a su centro de trabajo y hacer lo que les corresponde…Trabajar ahora sí por un taco. Esos héroes que son fieles a sus ideas y que creen que un día habrá un México mejor para ellos… “Los héroes desconocidos”.
Los próceres del frío metal, estoicos y sordos ante la “Banda” han dejado de tener validez. Han sido sustituidos por mártires del narco y del gemido arrítmico y carente de toda melodía.
Me pregunto por qué celebrar el “Taco”, cuál es la representatividad del mismo, si hace escasos un par de meses no había ni masa para hacer tortillas y la que había resultaba fuera del alcance de las familias que viven con lo básico.
No sería mejor celebrar entonces el día del “Camote” para representar entonces sí una realidad más “ad hoc” a este país.
En fin la masa, no la de la tortilla, sino la de gente, será a-TACA-da por sendas viandas y por un eterno e infernal desfile de dizque música llamada de Banda que les acabará de robar lo que les quede de materia gris y lo que subsiste del cofre que contenía una sandunga, un sarape, sombrero de charro, y una marimba.