Wednesday, February 20, 2013

NADA DE TI



Quiero dar la media vuelta y no saberte más,ni recordarte, ni tener la menor referencia en mi  pasado de ti.
Quiero dar la media vuelta y retomar mi camino,
ese que se  truncó antes de ti.
Quiero comenzar de nuevo desde cero o  diez o  veinte o cincuenta, no sé, pero sin ti.
No quiero contaminar mi presente ni el paso de mi futuro al voltearte a ver.
Salir de aquí, salir de ti sin decir adiós,
dar la media vuelta  sin que me merezcas.

Eduardo Sastrías 

Tuesday, February 19, 2013

CELEBRO



Celebro escuchar el ladrido de mis cuatro perros al llegar a casa.
Celebro disfrutar la música que he ido juntando a través de tantos y tantos años.
Celebro charlar con la gente  tanto en lo virtual como en lo personal.
Celebro estar fuera de la rutina y de eso que llaman “deber”.  
Celebro una buena película que me inspire y hasta me haga llorar.
Celebro con tesón las letras que vierten los autores en mi mente.
Celebro también  escribir mis propias palabras.
Celebro los colores y las formas que el arte y el mundo me regalan.
Celebro cerrar  súbitamente los ojos y hundirme en ese sueño reparador que juega a la muerte chiquita.
Celebro los alimentos que me sirven a la mesa por cuarenta pesos.
Celebro las esporádicas risas que surgen de lo imprevisto.
Celebro el cielo azul, los volcanes nevados y la luna llena.
Celebro la ilusión de ser recordado por alguien.
Celebro defender mi dignidad sin importar el precio que hubiere que pagar.
Celebro dejar a un lado los papeles, las palabras que sólo hacen ruido y los enajenantes televisores.
Celebro ver desde lejos ése que alguna vez fui.
Celebro no tener que quedar bien con nadie, incluso conmigo mismo.
Celebro cincuenta y cinco años de vida y creo aún que me faltan muchos errores por cometer.

Eduardo Sastrías 

Thursday, February 14, 2013

ENLACE MAL AVENIDO


 
Hoja por hoja el pasado fue destajado
henchido de nuevos aires
el familiar vacío se perdió en el abismo





Eduardo Sastrías 

Tuesday, February 12, 2013

FLOR DE INVIERNO (Regina Frosty Blossom)



Erase que se era un jardín seco y triste, al que el  inclemente invierno  había dejado desolado.
Todos los días  lloraba y lloraba la desventura en la que vino a caer. Entre lágrimas de rocío apenas y al cielo podía mirar en espera de la primavera. 
Sin saberlo, el llanto alimentó la tierra del jardín y el hielo derritió.
Algo sucedió de repente  que hizo que la tierra  se llenara de gozo y de calor; adelantándose a la añorada primavera,  surgió una florecita, que a pesar de ser muy pequeña, de la tierra salió con el ímpetu de en un árbol convertirse.
Al paso de los días la flor fue creciendo en tamaño  y belleza,  así que el jardín no tuvo que esperar a la primavera para convertirse en uno más de tantos, pues  en su pequeño mundo albergaba un cálido corazón  en el que reinaba el amor de una flor.

Eduardo Sastrías 

Sunday, February 10, 2013

EL MÉXICO QUE DEJA CALDERÓN



En la historia moderna  es claro que son los  dirigentes de los países, los presidentes, primeros ministros, dictadores, etc., quienes en su  afán de poder no ven las necesidades y reclamos del pueblo, ellos se vanaglorian de poder y ven el mundo a través de los ojos de sus aduladores. Son ellos quienes venden las riquezas de los países para beneficiarse y  hacer a algunos de los suyos  inmensamente ricos, dejando una estela de pobreza, inseguridad, hambre y desasosiego. Total es el pueblo el que se subleva, el que  vierte  e invierte más sangre  y el que queda finalmente igual o peor que antes. Ellos,  los que originaron semejante desastre, huyen como ratas de un barco al hundirse, son los tienen la protección que su posición les brinda y al mundo para ir de país en país como parias que son para vivir como jeques,  a ellos no les importa ser errantes, nunca quisieron a su país, ni fueron ciudadanos ni tuvieron patria porque la vendieron.
Sin embargo el México de hoy todo lo olvida como el niño que es y que se niega a madurar, al igual que la criatura que después de un berrinche le compran un juguete hoy recibe a sus anteriores asesinos y saqueadores con alfombra roja, por el  teñido de la sangre. El México de hoy tiene una juventud sólo quiere ser puta, futbolista o narco y una población madura llena de desesperanza.
En los últimos seis años este país ha seguido su inercia de ser un país recurrentemente saqueado, el  pueblo es anestesiado y acostumbrado a ver sangre. El México bárbaro no ha muerto sólo se encuentra distraído viendo concursos y telenovelas, tomando “chelas” y “mentando madres” en el fút, con incipientes actos de violencia en los estadios. La bestia cambió su coraje por  pagos a dieciocho y veinticuatro mensualidades y el grito de libertad por un lloriqueo patético y lastimero para que alguien venga y le resuelva la vida sin hacer mucho por ello. Pero ahí está y sigue latente.  
El México de Calderón  y su política neoliberal a favor de los monopolios ha manejado el discurso  de que la revolución es algo de nacos, es un concepto populista y anárquico, nunca un movimiento de las ideas encaminadas a mejores acciones. El México de hoy prefiere  creer que sabe  por lo que le dicen y tragarse frasecitas  pre-hechas en vez  de leer un libro, asimilar su contenido y formarse un criterio propio. El México de hoy  sólo se puede entender a través de un teléfono celular, la música de banda, la fayuca china, las pizzas y las hamburguesas con sabor a demagogia.
El México de los criminales de cuello y polvo blanco hoy perdió la magia y se arrodilló ante la Santa Muerte, esa que ha se ha llevado a más de setenta mil almas en una guerra sin nombre y  que alguien elevó a  estatus de santa como tantos santitos exprés que adormecen las almas del rebaño y producen formidables  ganancias para la elite de religiones y sectas.
La defunción, un desempleo descomunal, inseguridad, desplazamiento de miles y miles de mexicanos que han tenido que dejar sus hogares y negocios en busca de un poco de paz marcan la era Calderonista.
El México de hoy es la burla de sus asesinos.

Eduardo Sastrías 

THE PENDING BRIDGE (La muerte incompleta)




“La vida es lo poco que nos sobra de la muerte” Walt Whitman

Hoy en especial, ha sido una tarde húmeda, el cielo gris acompaña al ocaso del día delineando la silueta del olvido. La casona colinda con el pasado de un verde bosque convertido en una serie de árboles secos cuyas ramas semejan lanzas.
Todo fue abandonado desde hace varias décadas. En el pueblo rápidamente se propagó la leyenda sobre aquella casa abandonada, unos dicen que fue un espíritu del más allá quien vino por las almas de sus moradores, otros hablan de un asesinato y otros más prefieren no hablar del tema. En lo que coinciden todos es que quienes habitaban ahí, un buen día desaparecieron sin dejar rastro alguno de su partida.
La historia cuenta que una noche de tormenta mientras Lord Kensignton y su esposa Lady Katsfield cenaban…
Los ojos se me cerraban debido al cansancio, había sido un día especialmente estresante en la oficina, un virus logró colarse en los sistemas informáticos y por ende se tuvo que trabajar prescindiendo de ellos mientras el personal de tecnología de la información limpiaba los servidores y revisaba todo el sistema.
Cerré el libro y apagué las luces, dando rienda suelta a que mi cansado cuerpo se entregara al esperado descanso.
Durante la noche mi perro quien duerme al pie de mi cama ladró incesantemente como si alguien hubiera entrado a la habitación, gruñía y se quedaba viendo hacia un punto en especial para luego seguir ladrando. Me levanté de la cama y casi sonámbulo lo saqué de la habitación para que me dejara continuar mi estado onírico.
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De repente el despertador sonó, sentí como si apenas hubiera pasado un minuto desde que me volví a dormir. Al entrar en la regadera mi cuerpo no sentía el agua que corría sobre de él, me preguntaba si en realidad estaba despierto o era sólo un sueño, quizá estuviera delirantemente enfermo y mi alucinación me llevaba a la regadera, cambié el curso del agua a sólo fría y aun así no sentía nada.
Al salir de casa y subirme al auto también hubo una sensación como si el coche se manejara por sí mismo, a unos metros de donde iba conduciendo vi un auto exactamente igual al mio, no hubiera sido nada especial sino que al ver la silueta de quien lo conducía se semejaba tanto a mi. Pensé, estos autos son al parecer del gusto del mismo tipo de personas. Entonces traté de alcanzar a aquel auto pero por más que lo intentaba en algún momento salía de mi vista y luego lograba verlo nuevamente alejándose y acercándose una y otra vez provocándome un enorme abatimiento.
El doloroso rechinido de la puerta me despertó nuevamente, las luces del despertador estaban apagadas, intenté encender la luz, pero no hubo respuesta, la energía eléctrica se había interrumpido. El viento soplaba con gran fuerza y la lluvia azotaba las ventanas como queriendo entrar con desespero a la habitación. Los rayos iluminaban la habitación por segundos, en eso sentí algo húmedo junto a mí. A la luz del siguiente relámpago pude observar una mancha oscura en mi cama, me levanté de un saltó y tenté en el buró para encontrar mi teléfono celular, dirigí la luz a la mancha, mis manos y las sábanas estaban teñidas de sangre, me encaminé al clóset y busqué una linterna en la caja de herramientas, a cada rayo que caía la habitación se iluminaba y sobresalían las manchas de la cama y de mis manos. Por fin encontré una pequeña linterna, al encenderla su luz se esfumó casi de inmediato, la lluvia y el viento parecían querer llevarse todo a su paso, como pude me dirigí a la cocina y en uno de los cajones encontré una vela misma que encendí con el fuego de la estufa. Mi perro gruñía y al dirigir la luz hacia él sus ojos parecían reflejar un brillo poco usual. La puerta de entrada de la casa tenía rastros de haber sido golpeada a punta de hachazos, en eso la estancia se iluminó por las luces de un auto que llegaba. Me asomé por la ventana y vi lo que parecía ser mi propia silueta manejando mi auto. Quise salir pero la puerta estaba atrancada, en el suelo se encontraba el hacha que mostraba resquicios de sangre, la tomé por el mango, corrí a una de las ventanas y me dispuse a darle un buen golpe, en eso un rayo cayó justo en el techo de la casa, todo se cimbró, por el impacto los vidrios de las ventanas se desquebrajaron y entró una estela brillante de humo que se introdujo por mis fosas nasales; de inmediato sentí una punzada en mi vientre, debajo de la piel sentía algo viviente que se movía con urgencia, era una mano que luchaba por salir, subía y bajaba como buscando la manera de encontrar una escapatoria. De nuevo un relámpago me cegaba, al mover mi brazo para tapar la luz con mi mano mis ojos no podían creer lo que
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veían, mi mano había sido amputada y el hacha se encontraba a mis pies con restos de sangre. Afuera salía del auto aquella silueta que semejaba a la mía, el torrencial aguacero y la escaza luz apenas permitía ver con claridad de quién se trataba. Escuché como la cerradura de la puerta comenzaba a girar, me desesperaba la oscuridad, di un paso atrás esperando ver como se abriría la puerta.
Unas voces al otro lado indicaban que eran varias personas quienes intentaban entrar; con la única mano que me quedaba tomé el hacha para recibir a los intrusos.
La puerta se abrió de par en par y de un golpe las luces se encendieron, la escena cambió, todo lucía diferente, estaba en mi casa frente a esa puerta pero todo había cambiado en un segundo.
Un par de niños un tanto adormilados cargando sus juguetes entraban junto a una mujer. – Váyanse directo a la regadera y se ponen sus pijamas mientras les preparo algo de cenar, les decía aquella mujer que al parecer era su madre. Atrás venía un hombre llevando unas bolsas del supermercado. La lluvia había cesado por completo, de hecho no había rastro de lluvia, al entrar aquel hombre quien curiosamente tenía mi misma complexión no me vio como tampoco se percataron de mi presencia su mujer e hijos; siguieron su camino y cuando estaban a punto de estrellarse contra mi pasaron a través de mi cuerpo. No daba crédito a lo que pasaba, seguro era una terrible pesadilla, de la que por alguna razón no podía despertarme, corrí a mi recámara con la peregrina idea de que al regresar a mi cama encontraría la manera de despertar; todo había cambiado, los muebles eran otros, mis libros habían desaparecido por completo, las paredes tenían un tapiz que me parecía de pésimo gusto, había un espejo enorme que colgaba de la pared, me paré frente a él pero no me reflejaba, estaba aterrado, no entendía que pasaba, veía como mis ropas estaban deshilachándose y tenían huellas de moho. Me llevé la única mano que tenía a la cara y vi que mi piel era una delicada capa de pellejo seco. Los niños corrían y pasaban a través de mi casi etéreo cuerpo que poco a poco se iba desintegrando, al ver hacia abajo sentí como se desprendía uno de mis ojos y caía al suelo como una canica. Di la vuelta y en el quicio de la puerta vi a uno de los niños que se quedaba quieto como si pudiera verme, soltó de gritos desesperados, sentí vergüenza de mí mismo, no quería ser visto; en qué me había convertido. De inmediato llegó la madre del niño y lo calmó, ambos dirigieron su mirada hacia donde yo me encontraba, - cálmate Robertito, es sólo una araña. El arácnido corrió por la pared que se encontraba detrás de mí cuando percibió la cercanía del golpe mortal con una pantufla.
No entendía qué había pasado, quién era yo en realidad, nada me pertenecía, mi cuerpo parecía abandonarme, la incertidumbre me abrumaba, el juego de mi mente se preguntaba una y otra vez en qué me había convertido. Quise salir corriendo de ese lugar que ya no era mío, pero las paredes y las puertas me repelían. Quién era yo, me
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preguntaba, lo que me definía había desaparecido, yo mismo estaba descomponiéndome pedazo a pedazo.
Corrí hacia el patio y me encontré con un perro que tampoco era el mío, el animal parecía verme, era un perro peludo de tamaño mediano, seguramente adoptado ya que no presentaba una raza clara. Con sus ojos puestos sobre el único ojo que a mi me quedaba, ladró con insistencia hasta que salió su dueño y lo reprimió por el ruido que hacía.,
- “ tranquilo perrito , tranquilo , no te voy a hacer nada” , le dije; esa frase sonó en mi mismo más que trillada, pero al parecer el perro lo creyó y se calmó, luego a pasos sigilosos se acercó a mí mientras yo le llamaba. Ya que estaba junto a mí movió su cola peluda demostrando su confianza y alegría, levantaba su hocico como haciéndome señas y a brincos me indicaba que lo siguiera, así lo hice, el perro corrió hacia uno de los muros y a mi sorpresa lo traspasó, me detuve y toqué el muro esperando que me repelara como había sucedido con los otros muros de la casa, sin embargo vi como mi brazo se hundía en aquella pared, de repente me vi entrando en un túnel, el perro ladraba y me rodeaba para que no me apartara mucho de él. A dónde dirigía aquel túnel, de hecho no era un túnel muy común ya que no se escuchaba ningún eco y la temperatura era en sí inexistente, el perro ladraba de con un tono de alegría, como si fuera a algún lugar conocido.
A lo lejos se veía una luz, me apresuré para llegar a esa intensa emisión, pero al siguiente paso una mano salió del suelo y me jaló hacia ella hundiéndome en una especie de pantano, de nuevo todo era oscuridad, arriba sólo se escuchaban los ladridos de aquel perro , el cuerpo decadente que alguna vez fue mío me pesaba más, quería deshacerme de él, lo viscoso de ese especie de pantano hacía que la carga fuera aún mayor, al intentar moverme para salir a la superficie mis miembros se iban resquebrando primero mis piernas, luego lo que quedaba de mis brazos, mi tórax tan fuerte en otro tiempo se desintegraba en cada intento de mantener mi YO decadente.
Los ladridos se escuchaban cada vez más cercanos, sentí como unos dientes tiraban de lo que quedaba de mí hacia la superficie, era aquel perro, ahora alado que con premura me llevaba en su lomo hacia el final del túnel que estaba por cerrarse, a toda velocidad volaba hacia la luz a la vez que lo que quedaba de mi marchito cuerpo se iba desintegrando, llegamos al final del túnel y nos encontramos con un mar que centellaba varios azules nunca antes vistos, sin palabras el perro alado me dijo que a ese lugar se le conoce como el cauce donde se encuentra la vida y la muerte, le llaman el mar del perdón.
Al fondo un resplandor celestial nos esperaba. La vida y la muerte deben fluir, me dijo, y así me dejé llevar.

Eduardo Sastrías

Saturday, February 09, 2013

NO



No necesito que me rompas el corazón,
ni tu desprecio
ni tu olvido
ni tus malos entendidos
ni tus patéticos miedos
ni tu arrogancia de macho dominante...
no te necesito

Eduardo Sastrías 

Thursday, February 07, 2013

AMOUR



Una película dirigida por Michael Haneke que sin duda nos lleva a una realidad interna del “amor”, no tanto como una simple expresión sino como ese contacto íntimo con uno mismo, con lo que hacemos, con las artes, con nuestra pareja, etc. Más allá del contacto físico aquella unión espiritual entre el objeto motivo de nuestro amor y nosotros. Habla de una sublimación.
Esta película quiere tocar con una nota de Schubert ambos planos, el físico y  decadente por un lado y por el otro  la ventana espiritual. Cuando el cuerpo se rinde, el alma reclama salir y retomar su lugar.
Haneke pone en la mesa la idea del supuesto “sacrificio” que deja de tener significado para convertirse en comprensión, empatía... amor.
Quienes hemos perdido alguno de nuestros sentidos o quienes han sufrido algún accidente que los deje en una cama entenderán con mayor claridad  la fina frontera entre la dignidad y lástima.
Me viene a la mente otra película francesa intitulada  “Amigos” con una perspectiva más allá de la taciturna y pequeña pieza de Schubert, el cuarto Impromptus D 899 (https://www.youtube.com/watch?v=QDVJkxGz_Tc) que centra el tema de la película “Amour”, y un enfoque lleno de estímulos, “September” Earth Wind & Fire, donde las circunstancias económicas del “discapacitado” eran boyantes y esto permite que el paciente tenga toda clase de comodidades y atenciones, como es  el pagar enfermeros, equipo especial, cuidadores, etc. etc.
Pero cuando no se tienen tantos recursos, cuando no se tiene a nadie o a quien se tiene está en condiciones físicas y económicas poco favorables, cuando la misma seguridad social no da para más, la dignidad humana se ve  aún más estrellada en su triste realidad.
Ya no es cuestión de actitud, ésta flaquea ante el continuo bombardeo de sorpresas, de olores, de cansancio, de obstinación, etcétera y etcétera. Ni con la mejor de las actitudes, cuando la realidad aplasta la dignidad, poco se puede hacer.
Sólo el amor puede sobrellevar tal situación, un amor verdadero no un amor obligado, un amor desprendido no un amor cobarde.
Trágica sin duda, la visión egocéntrica de la hija ante la madre enferma, una luchando contra su propio cuerpo, la otra luchando contra una circunstancia económica, ambas sumidas en  su “abismo”.
Una lejana y pulcra historia de dos ancianos que ven sus últimos días bajo el desprecio a un mundo que hace tiempo los abandonó
“Amour” plantea el controversial y polémico tema de la eutanasia, terminar de un tajo con un cuerpo, que poco o nada, ve el para qué seguir vivo. Terminarlo como un acto de amor y  dignidad. Acabar con el sufrimiento, con la desesperación que pretenden per se eclipsar toda una historia de vida. Sin embargo Michael Haneke le da un cariz casi mítico, convirtiendo a la musa en obra de arte; la muerte como inicio de la inmortalidad.

Eduardo Sastrías 

LA VIDA DE PI (Una aventura extraordinaria)



Sin duda la vida en sí es toda una aventura, siempre desconocida y encerrando un espejismo  entro lo que es real y lo que nosotros creemos ver , La vida de Pi, trata sobre eso, un muchacho cuyo nombre es PI y quien hace honor a su nombre en cuanto a su capacidad matemática, sin embargo cuando la vida le pone una encrucijada, tendrá que aprender mucho más.
Pi al igual que tantos de nosotros intentó encontrar respuestas  en las  religiones, la suya era quizá el único vínculo con su pasado, ese que todos dejamos atrás y que no existe más.  El futuro , “ lo más importante, no pierdas la esperanza”  fue la frase que lo mantuvo vivo, como nos mantenemos vivos quienes de repente vemos la noche más oscura y el mar asediado por una tormenta que nos deja a la deriva. 
¿Qué pasa cuando el mundo pierde algo de su encanto?, esta mañana escribía yo en este mismo foro, respecto a la canción interpretada por Edith Piaf” Non, je ne regrette  rien. (No, no me arrepiento de nada)  arrepentirse del pasado qué caso tendría, si el pasado está más que muerto y enterrado.  Sin embargo hay días en que el mar está negro por la tormenta no se distingue el horizonte ni donde es arriba y donde es abajo. Hay días en que en efecto la vida pierde su encanto y es momento quizá de tomar otro camino. 
Quizá después de esa noche tan negra  aparezca una isla flotante maravillosa y ambivalente.  Non, rien de rien , basta ya  de seguir la ruta del miedo y que el tigre nos saque de nuestra balsa, non, rien de rien,  habrá que reflexionar y darnos cuenta que nosotros somos el tigre profundizar en nuestra propia existencia cuál es la realidad y cuál es el espejismo que hemos preferido creer.
¿Cuántos días durará esa aventura, a dónde nos llevará? qué importa, de todos modos nadie nos l va a creer… sólo nosotros mismos.

Eduardo Sastrías 

Saturday, February 02, 2013

PRI TÁCTICA Y SEDUCCIÓN



La táctica del PRI para hacer jugosos negocios con la venta de las paraestatales  ya es tan añeja como el mismo partido, cabe  hacer memoria de algunas paraestatales  que fueron “beneficiadas y modernizadas”  en el pasado, por ejemplo  en el año de 1988  después de un constante saqueo a los activos de la empresa  Aeroméxico  fue declarada en quiebra, el mantenimiento de las aeronaves llegó a ser deplorable y rayando en los límites de la inseguridad. Ante la opinión pública la empresa era  un ejemplo de corrupción, ineficiencia, demoras, pésimo servicio y nula competitividad,  a quienes se les endilgó la responsabilidad a los trabajadores, como si ellos fueran los causantes de la corrupción y el desfalco, cuando durante años pasaron directores de la paraestatal quienes “curiosamente”  al poco tiempo eran dueños o accionistas de pequeñas empresas de aviación, en fin que Aeroméxico fue entregada en bandeja de plata, sin sindicatos que “dieran oposición” sin trabajadores, y totalmente en ruina, con el beneplácito del entonces “candidato” Carlos Salinas de Gortari a un grupo que le serviría de parapeto para llevar la negociación y hacerse de una empresa de aviación,  al poquísimo tiempo ya era una empresa con aviones de última generación , eficiente y próspera (aparentemente)  y en una pocas manos.
Qué podemos esperar de PEMEX, quizá la misma táctica, dejar el cascaron de la empresa  y derruirla por dentro, saquearla, dejar sólo el cascaron para el deleite de la vista del iluso pueblo y  el porque de su existencia, o sea el petróleo ese sí privatizarlo, ¿cómo? , abriendo la inversión en refinerías extranjeras para que tengan el control total de las gasolinas,  abrir así mismo la inversión privada en todo tipo de derivados del petróleo,  cuyas ganancias nunca llegarán a los bolsillos de los mexicanos,  la dependencia económica de México será aún mayor, y los mexicanos sólo seremos dueños del cascaron de nuestro hermoso país, pero  el subsuelo  y sus minerales serán de una cuantas familias, los litorales (arrecifes) se verán afectados, el otrora maíz  símbolo de la alimentación ancestral, no será sino otro transgénico .
Para que el gobierno termine de una buena vez con México y lo mexicano,  tiene  un gran aliado,  el duopolio televisivo que curiosamente también pertenece a las contadas familias que pretenden  apoderarse del país y entregarlo a manos extranjeras.

La táctica es muy simple, meter un virus letal a una empresa , apestarla, luego ya que nadie la quiere, ya que esté en la basura, recogerla, limpiarla y hacerla propia.  Ese es el nuevo PRI un partido cuya legendaria corrupción se adecua a los tiempos modernos. 

Eduardo Sastrías