Tuesday, December 16, 2014

CON EL DEDO EN LA LLAGA


A diario leemos y nos enteramos de una y otra y otra desfachatez  por parte de nuestros gobernantes, tal pareciera que México está gobernado por AlPRI babá  y los chorrocientos  ladrones. Escándalo tras escándalo, crímenes,  impunidad y corrupción son el pan nuestro de cada día en este país que en algún otro momento vivió tiempos de paz y cierta prosperidad.
Pero hoy no quiero hablar de los gobernantes,  sería reiterativo, quiero hablar de nosotros los mexicanos que también tenemos nuestra vela en este “infiernito” en el que se ha convertido este país.  Criticamos a los gobernantes pero como ciudadanos no hacemos nada  y no me refiero a marchar y protestar, me refiero a nuestro valor cívico y nuestras responsabilidades como ciudadanos, como seres de un grupo social, étnico y familiar.
Cuántas veces no llega un conocido, vecino o incluso familiar a pedirte algo prestado y bien sabes que tal objeto difícilmente llegará de regreso a tus manos.  Si te invitan a una reunión o fiesta y llevas un buen vino para compartir no faltará el anfitrión que al ver las bondades de ese vino lo guarde en su “cava particular”  (léase cómoda de la cocina) y te ofrezca una bebida de ínfima calidad. Cuando alguien llega contigo con un drama digno de  película de los años cincuenta  y te pide dinero prestado a la hora de cobrar entonces la película cambia y se siente ofendidísimo y tú eres un desalmado.  Cuantos minutos, horas y días hombre has perdido en tu vida  esperando por alguien que no tiene la menor gana de llegar puntual a una cita, es tal el descaro que ya se habla de “hora mexicana” ( significa media hora después  y hay quienes cínicamente llegan una hora después del tiempo acordado) , la falta de respeto ante el tiempo ajeno es un robo de algo no recuperable que se llama tiempo.
Me dirán que los gobernantes que tenemos no tienen comparación ante las “nimiedades” de la población, a lo que yo les respondo que no es la cantidad ni la magnitud del daño sino el mismo hecho, quien hoy te roba tu tiempo, tu dinero ( aunque sean pocos pesos) , tu  dignidad, quien insulta tu inteligencia con mentiras , quien aún piensa que el que no tranza no avanza , es cien por ciento probable que si llegara a un puesto de poder haría las mismas o peores fechorías que las que están haciendo nuestros gobernantes.
¿Acaso los diputados y senadores no son ciudadanos?  Y acaso no hay dos tipos de jóvenes (sin intermedios, ahora sí que sólo blanco y negro)  unos que “luchan” por un México mejor (sólo para ellos) y otros que se enfilan en las líneas de la corrupción para y sueñan  con tener poder y muchísimo dinero por obra y gracia de la “plurinominalidad “.
En este país no es sólo el gobierno y sus miembros los que están haciendo daño a la nación y al pueblo , sino el mismo pueblo que ha perdido el respeto a sí mismo.
El peor enemigo de un mexicano es otro mexicano, y si no, pregúntenle a nuestros paisanos que vienen a vacacionar y visitar a su familiares las penurias que pasan, o incluso en el otro lado un agente de policía de origen mexicano es más duro con los mexicanos que un anglosajón. El racismo en México es una lucha continua entre los diferentes grupos “étnico-sociales”  el “güerito”  quien es “minoría” es discriminado por la mayoría quien lo ve y lo trata con un resentimiento social producto sólo de un complejo que no corresponde a la realidad económica y social ya que persiste la tonta idea de que el color de la piel es directamente proporcional a la cuenta bancaria, nada más lejos de la realidad.  México es así un país dividido desde sus entrañas y que carga lastres antiquísimos que no ha “querido” resolver por ese miedo a ser que tanto lo caracteriza.
Sé que esto causará cierta ámpula, pero así es esto de poner el dedo en la llaga.

                                    Eduardo Sastrías